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5 errores al ser Maquetador WordPress Freelance

Mirar la competencia siempre es bueno como base de la autocrítica, algo que creo es básico cuando funcionas como freelance, ya que no tiene esa figura de jefe plasta que critica todo lo que haces, aunque esté bien (bueno, lo mismo algún que otro cliente, si que es así…). El caso es que es bueno moverse de vez en cuando para ver como está el mercado, aprender, ver ideas nuevas, generar las tuyas propias y sobre todo, hacerte una lista de los que NO tienes que hacer en ningún caso. Aquí va mi lista de 5 errores comunes que cometen al ser maquetador wordpress freelance.
1. Vender plantillas creadas por terceros como propias
Es algo que se ha extendido en mucho casos, aunque por suerte todavía queda mucha gente honrada en el sector. Es una moda comprar plantillas de terceros y vendarlas como creación propia a clientes, algo que no solo roza la estafa si el cliente no lo sabe, si no que es completamente ilegal. Esas plantillas que cuestan entre 40 y 50 euros y que hay a porrones repartidas por internet, tienen un peligro: su creador no permite revenderlas a terceros en las licencias más baratas.
Esto provoca el desagradable casos de que creadores que han vendido licencias de un solo uso de sus plantillas para wordpress (prohibiendo expresamente su reventa), vean como aparecen reeditadas por toda la red sin ellos ver un duro. Claro está, que el creador de la misma podrá tomar acciones legales contra la web en cuestión, o contra sus creadores. Algo que a la larga puede resultar sumamente incomodo.
Las licencias para reventas de plantillas a terceros no bajan de los 1000 dólares, llevando incluso a los 2000, una cifra mucho más cercana a la realidad del diseño web personalizado hoy en día y que no muchos contemplan o ni siquiera saben. Por tanto como cliente es necesario exigir una plantilla 100% personalizada para tu web y como diseñador web, dejar claro a nuestros clientes que ese diseño, es suyo y está creado 100% por nosotros.
2. Utilizar una plantilla no hecha por ti en tu web de presentación
Otra moda extendida es utilizar una plantilla comprada, o no, en tu web de presentación. Esto es 100% legal, ya que es para un proyecto propio, no para tus clientes (no existe la reventa). Pero en la práctica es lo mismo que si utilizáramos tarjetas de visitas de la maquina de tarjetas de visitas del super: Estéticamente pueden parecer atractivas, pero pierden algo que es esencial para un negocio hoy en día: la imagen de marca y su exclusividad.
Si quieres exclusividad, venderte como marca y realizar un buen trabajo, por lo primero que tienes que empezar es por tu propia web. Mejor o peor, pero que sea tuya, programada y diseñada íntegramente por ti, para demostrar lo que realmente vales y lo que puedes hacer. Es la mejor carta de presentación. Llevar engaños a tu cliente no te sacará de apuros una vez que te pidan eso que no sabes hacer porque te lo ha hecho tu plantilla comprada.
3. No mantener una coherencia entre tu página y tu portfolio
Obviamente cada cliente es un mundo y es muy complicado mantener un estilo propio en tus trabajo, incluso diaria que aburrido, pero aún así hay que intentarlo. ¿La razón? Nuestro portfolio. Volviendo al punto de antes, es muy cutre entrar en una web personal de un diseñador web que vende sus servicios, una web impoluta, preciosa y estéticamente muy agradable, y que al ir a la sección de portfolio te des cuenta que ninguno de los trabajos que tiene llega a la calidad o mantiene un estilo y concordancia con la plantilla que ha comprado para su web personal.
Por tanto es muy importante que mantengamos nuestro estilo y sobre todo que seamos realistas con nosotros mismos. Es mucho más productivo un no a tiempo que un proyecto desbocado porque se nos ha ido de la manos. Al igual que es mucho más importante ser sinceros con nosotros mismos y con nuestro cliente para que sepa exactamente lo que va a recibir.
Si tu calidad llega al de esas plantillas web o incluso tienes trabajos mejores, entonces este punto no te sirve para nada y puede hacerte con una de estas plantillas prefabricadas, teniendo en cuenta eso si, que más gente puede tenerla. Pero lo importante es la coherencia.
4. Venderse como lo que no es
Ser ‘diseñador web’ es algo TAN amplio que muchas veces tendemos a vendernos como lo que no somos. Si no somos programadores, y no tenemos ni idea de código PHP o incluso HTML, ¿por qué nos vendemos como tal?. La cuestión siempre es la misma, hay que ser sinceros con uno mismo para poder ser sinceros con nuestro cliente.
Si no sabemos hacer ciertas cosas de la programación web, es mejor especializarse en algo que controles muy bien. Es mejor dar un servicio muy concreto y muy bueno, que un servicio mediocre pero que abarca mucho. Quien mucho abarca, poco aprieta que dicen.
5. Intentar hacerlo todo solo
Si, somos maquetadores web todos, y todos queremos clientes. Pero la calidad de esos clientes está, a mi parecer por encima de todo. No podemos ponerlo por debajo de la cantidad, por mucho que nos gustara. Por tanto si sabes que no vas a poder dar un servicio concreto, o que hay algo que te piden y no sabes hacer, delega a alguien que si sepa hacerlo, subcontrata y no intentas meterte en un berenjenal absurdo que solo te quitará tiempo, y posiblemente al cliente, cuando vea que lo que le has prometido no eres capaz de hacerlo.
O simplemente di no. Se sincero. Un ‘lo siento esto se me escapa de las manos, pero voy a intentar buscarte a alguien’, es mucho mejor que un ‘si, te lo hago todo yo’ que no cumple las expectativas una vez finalizado el proyecto. Y vamos a ser justos, no es lo mismo un ‘maquetador web’ que lleva 15 años trabajando de lo mismo, que un ‘maquetador web’ que aprendió HTML en un curso de 10 horas hace dos meses. No es lo mismo, aunque se llamen igual.